Muchas veces, estamos tan cegados por nuestra cólera, dolor o la desgana que no somos capaces de ver las “nuevas puertas” que se abren… o sí, no lo sé, pero muchas veces no estamos dispuestos a dar la vuelta al picaporte. Y hay veces que se sigue teniendo esperanzas, de que hay un lugar en un solo segundo qe la otra persona volverá, que la situación iba a volver a ser lo qe era… pero de esta manera, vivirás de fé y no de fuerza. En realidad, un corazón herido cicatriza abriéndose a los demás. Lo difícil es establecer que lo muerto queda fuera… pero mi vida continúa. Pero no te escondas, no te hagas el fuerte, no te guardes todo para adentro… recorrer el camino de punta a punta es condición para cerrar y sanar heridas.
Mereces llorar todo y cuanto quieras, llorar es tan exclusivamente humano como reír. Sufriste un golpe brutal, la vida te sorprendió, hay personas que nunca te entendieron… y te has llegado a golpear a ti mismo la cabeza una y otra vez. Cuando el alma te duele desde adentro no hay mejor estrategia que llorar. “Tienes que ser fuerte” bah… chorradas. No tienes que ser nada ni dejar de ser nada… la fuerza se gana con el tiempo, y tu tiempo es tuyo. Tu alma ha sido mutilada y hoy se resiente de lo que le quitaron…y por eso, ahora me voy dando cuenta de todo. Ahora que por fín he abierto mis ojos y mi corazón, he podido ver la verdad de todo esto. Hay quien dice que cuando das un paso desde donde estabas, y no miras atrás, es porque realmente has abierto los ojos a lo que tienes delante, aunque alguna vez mires de reojo a lo que pudo haber sido. Y mírame, me he alejado, y sólo he mirado atrás unas cuantas veces. Estoy en la otra parte del mundo. Es normal que alguna vez mire con anhelo aquellos recuerdos, que sonría cuando pienso aquellas tardes, pero me lo pensaría dos veces volverlas a repetir… con tal de no volver a pasar por esto...ni sufrir, ni llorar, ni consumirme en mí misma. Y recibir golpes y más golpes de darte cuenta que esa persona nunca te necesitó, sólo fuiste un capítulo más de su enorme libro de aventuras. Cambié amor por palabras, no amor por hechos. El camino que tomaste, debía de haberlo tomado yo mucho tiempo atrás… aunque no es tan fácil eliminar algo de tu vida que te daba tanto y te impedía mil maneras de vivir. Y la próxima vez, le daré mi corazón a alguien que verdaderamente lo merezca. Estoy cansada de recogerlo del suelo hecho mil pedazos. Demasiadas tiritas, demasiadas caídas. Pero como he dicho muchas veces, uno nunca se rinde mientras sueñe bonito… y quiera vivir mejor..k.
No hay comentarios:
Publicar un comentario