.TUCA.

• Siempre he dicho que nuestra función en la vida es ser equilibrista, como cuando en el circo se dedican a caminar sobre una cuerda ligeramente tensa delante de miles y miles de personas, perdiendo en ellos mismos la noción del tiempo. Ellos, somos nosotros. Que comenzamos a caminar sobre un cordel amarrado desde el extremo de la vida hasta el extremo de la muerte. Pero muchos, al caminar, sólo se dedican a mirar atrás, y por ello finalmente pierden el equilibrio; algunos se caen, otros, con las manos se quedan agarrándose fuertemente de la cuerda para no caer, y sólo unos pocos, tienen una persona que hace lo imposible para hacerlos volver al equilibrio. Y yo, soy una de esas personas. Y Tuca, la que hace lo imposible para que yo me mantenga despierta, ya no con equilibrio, sino despierta. Aún no sé cómo lo hace, si pegándome dos gritos de vez en cuando o dedicándome cinco minutos al teléfono llorando. No sé, de todos modos tampoco quiero saberlo. Juntas decidimos tener nuestra propia cuerda desde que nos conocimos, y tiramos de ella cada día que pasa. Ella agarra de un extremo, y yo del otro. Y esa cuerda por muy lejos que estemos no se rompe, y por mucho tiempo que pase no se oxida. A pesar de nuestras miles de diferencias, juntas somos iguales. Somos “tú” y “yo”. Somos tú y ella. Somos, simplemente, nosotras. Somos una canción de la oreja de van gogh, una tarde sembrada de risas, un libro completamente abierto, una lágrima rota en una esquina. Somos una camiseta azul y naranja, de esas que tendrás de por vida. Somos una tarde en un sturbacks, una película de risa. Somos un concierto de huecco, una foto en blanco y negro, unas asesinas del aburrimiento, un diario de Mafalda, un camino a wendoliny, un plan improvisado en tardes de verano. Somos una cena en Fressco, una ruta de ópera, una pizza 2x1. Lo somos todo, y al mismo tiempo nada; Nada de hipocresía, nada de mentiras. Nada. Somos un Siempre pintado en una pared, un chiste escrito en un libro, un viaje eterno. Somos unas adictas a la libertad, unas fanáticas a la letra escrita. Nuestra formula de la felicidad : una tarde de sol bajo una conversación de sueños. Somos, simplemente, Tú y ella. Tú y yo. Nosotras. Una cuerda que por mucho que tire...el equilibrio es permanente.
Te Quiero.

.k.