simplemente se puso de pie. avanzó dos pasos y el hormigueo por todo su kuerpo la himnotizó frente a ella misma, cara al espejo. allí estaba. no se reflejaba otra figura que respirase tan lento. levantó la mirada, y se paró frente al tiempo. no pasaba, no volvía. ni sikiera se pensó en voltear sus ojos hacia el sufrimiento de su kuerpo, ni al kúmulo de dolor en su garganta. sólo se detuvo a observar sus pupilas desteñidas, en una mirada perdidamente encontrada. pasaba deteniéndose el tiempo. una muñeca en una habitación sin salida, atada y manejada como una marioneta por ella misma. no se movía, allí estaba de nuevo. pasaron mil recuerdos a su espalda, y su memoria se quedó en aquel cristal, incrustada en sus ojos. no quería, pero se puso a llorar. lloraba, lloraba...y no dejaba de hacerlo. y la angustia se apoderó de su mano y la convirtió en garra, y desangró golpeando contra ella misma la resistencia que ya no le quedaba dentro.
.k.
...hasta que rompa
todos mis esquemas.

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