ha llegado a su casa. entra en su habitación, se quita cada anillo, cada recuerdo. los coloca cerca de la lámpara, aver si con suerte se queman. se quita la camiseta, los pantalones. pone a toda voz esa canción que la vuelve loca. y a los pocos minutos enloquece de rabia. sale de la habitación, se queda desnuda. tira todos los cuadros del pasillo, pisotea todas las lámparas por las esquinas, coge los cuchillos y los clava en la cama donde solía reir tanto. no puede, no puede quedarse en su casa. tiene que salir. coge una manta naranja que tenía dentro del armario, se tapa. sale corriendo del portal. los ojos se le empañaron de sangre, y medio desnuda no para de temblar. desaliñada, sucia, fuera, furia. y con el peso de su vida en su espalda se dirige a la carretera. pasan muchos coches, muchas luces, poco cerebro para tantos pensamientos. y sigue corriendo, no deja de correr. alli estaba, en el centro de todo cobarde. tan cobarde como para esperar a que le maten sus recuerdos y sus errores. cada rueda era un motivo para despedirse, para desangrarse.
al día siguiente, nadie se dio cuenta de que ella jamás estuvo viva.
.k.

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