Hoy hace mucho tiempo que la conozco. Diría poco por las veces que nos hemos visto, pero es mucho por la intensidad. Intensidad, cinco años sin vernos y como si nos conociéramos de toda la vida. Ahora, valorar lo que somos, pues antes no eramos nada, comparado.
No hablo de alguien normal, que pase desapercibido. Veo y ven algo diferente, llama la atención(para bien) en alto grado, lo sé.
Hay algo que me hace sentir respeto, admiración y preocupación hacia y por ella. Supongo que una rosa rodeada de cardos necesita un cuidado especial para que siga radiante.
Pese a todo ella nunca ha perdido la fe y en su interior cree en lo que más anhela. Todo lo que le rodea tiene eso que tanto necesita, porque ella es eso y aunque solo le falten algunas uniones para completar esa felicidad tan importante para ella, siempre inspira una felicidad especial que le nace desde dentro. Incluso cuando entristece y esporádicamente le nace una sonrisa, evoca felicidad.
No creo en el destino, en el amor, ni siquiera en que algo o nada sea real. Pero ya que vivo en esta "no realidad" considero un regalo que haya caído tan cerca pese haber nacido en mundos diferentes. Un regalo, por como considero la vida y por como la consideras ella, ya que si no fuera por esa cualidad mutua seríamos casi desconocidos.
El regalo, si lo saben valorar, también lo recibe todo el que la rodea y ella aprecie. Puede haber timidez, inseguridad, bloqueos y tozudeces, normal, es persona. Es persona, pero las conclusiones que haya no son como las del resto de las personas. La generosidad y bondad, su inteligencia utilizada para sacar el mayor partido a las cosas sin dañar a nadie ni nada, sino lo contrario... Esas cosas que tan pocos tienen y que, junto a muchas más le hacen tan especial...
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