y si se muere, qué. regresará a casa donde nadie le cierra las puertas, donde no se siente solo, y donde le dan un abrazo tanto para bien como para mal. si se muere verá la luz blanca al fondo del túnel. esa que se puede ver desde cualquier parte del mundo, la que no nos diferencia. como los típicos "dejavùs" en los que te paralizas y dices "esto ya lo he vivido". también el amor a primera vista, ese sentimiento inexplicable que no nos gustaría que tuviese una simple razón. o el instinto de cada madre cuando acaba de dar a luz. la misma luz del túnel. en realidad, siempre estamos siguiendo luces. nuestro corazón a veces se ciega tanto que cuesta seguir los sentimientos. dejamos en nuestro pasado un camino de manchas que nunca podremos borrar, por mucho que intenten limpiarse con lágrimas o aliviar con frases hechas. en realidad, todo es destino. lejos de lo que cada uno opine de él, el destino es el carácter de nuestra propia persona proyectado en el tiempo. nunca podremos esperar nada a cambio, porque no va a cambiar, no puede, ni siquiera nosotros mismos. es tan fuerte y caprichoso que está prohibido.
.k.
No hay comentarios:
Publicar un comentario