21.11.11

si tu no te rindes, me rendiré yo por tí. pero no esperes que no vuelva. aún quedan muchas cosas en el aire y muy poco suelo donde dejarlas caer. el límite no es este, no es esto, no así. sentir la arena pegada en mi espalda con tu sudor en invierno, correr abrazada a tus labios, odiarnos en la cama y desear odiarnos cada día más. motivos para esperar a que el ángel caiga después de ochenta años y sigas allí, en aquel banco, apoyándote en el baston sobre la esperanza de vernos volver en el mismo minuto del reloj.





.k.

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