26.12.11

.despertar.

todo sigue igual, nada cambia. y si cambia es lo insignificante. lo que cambia no importa, pero si no vuelve a ser lo que era, no era de verdad. hablamos de una mujer que se dio cuenta de que el colgante de navidad no era para ella. un niño que vio a su padre dejar los regalos en el árbol de navidad. un perro que se bajó del coche en la gasolinera confiando en quien nunca dejó de cuidarle. una niña que al darse la vuelta su mejor amiga encontró otra mejor amiga. un cumpleaños soplando las velas solo en su casa. una abuelita que ha sufrido toda su vida y lo demuestra con una enorme sonrisa. nada sería lo mismo si él no hubiese comprado el colgante, si el niño estuviese dormido, si el perro no se hubiese bajado del coche, si la niña no se hubiese dado la vuelta, si las velas estuviesen apagadas y si la abuelita no hubiese vivido la muerte de su hijo.
hay golpes en la vida que cometemos nosotros mismos. no son parte de la culpa, son golpes del destino. son los que te abren los ojos y te dicen que no todo es lo que parece, ni que nada ha sido lo que fue. y en un minuto todo tu tiempo vivido se echa a llorar. pero para eso ya están los ojos abiertos.
porque, después de vivir y soñar, está lo más importante: despertar.


.k.

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