16.12.11

.lo prefiero a mil soleados.

se puso de pie y vino a morderme. no me importó la verdad, aunque lo conocía hace poco tiempo sabía que no me iba a hacer daño. si algo he aprendido en esta vida es que hay tres tipos de personas: las que te conocen y no saben conocerte. las que te conocen y se dejan conocer. y las que te conocen y quieren seguir haciéndolo todo el tiempo que haga falta. ahí estamos nosotros. no sé cómo fue su infancia, ni su adolescencia, no sé el nombre de sus padres ni el sueño de su hermano. tampoco conozco la calle donde vive ni el porqué de todos sus miedos. él tampoco conoce los míos, ni tiene la necesidad de saberlos cuanto antes, creo que ni siquiera quiere hacerlo. eso no importa. hay cosas como un abrazo o una sensación que nos dice mucho más que un simple diálogo. y tendré mucho más tiempo para saber cada detalle de su vida, pero todo eso ya es secundario. de momento prefiero quedarme con el efecto de que me conoce de toda la vida, y quiero que él se quede con la corazonada de que confío en todo esto.


.k.

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