.yano.

Y por eso, decidí venirme a vivir aquí. A un lugar que no siquiera conozco, estoy insegura, nada es predecible, pero al menos me he refugiado, cómoda y cansada. Después de tanto buscar y caminar, he dado con esta mancha claroscura, inventada, soñada, con forma de medialuna y con líneas entrecruzadas, sin pinchos, sin agujas. Pero no me puedo mover, es demasiado pequeña. Mis manos están cansadas de sostener toneles llenos de gritos y lágrimas, ya no tienen la fuerza suficiente como para lanzarlos. Estática, ingenua. Y este cuchillo de Diez metros, uno por mes, a atravesado todas las venas de mi cuerpo, ha derramado toda la sangre que podía y sólo por él las cicatrices pesan, los ojos lloran y las palabras desvanecen.


.k.