Búscame. Ven y aférrate a mí, no me sueltes. Me he ganado muchos enemigos, tantos que ahora es difícil encontrarte conmigo. Pero no desistas, sabes que existo, que estoy en alguna parte. Jamás te preguntaré ¿por qué caes? Cuestionaré el hecho de que después de tropezar no te levantes. Te conozco, sé que hace mucho que no nos vemos pero eso depende solo de ti. Aparezco de repente, sin preguntarte. Si te digo lucha por mí, hazlo. Si te pido que no dejes a las lágrimas vencerte, hazlo. Pero prométeme que además de por mí, lo harás también por ti. Porque no me debes nada, podrías vivir sin saber de mi existencia o ni siquiera intentar hacerte conmigo, incluso podría la suerte acercarte más a donde estoy. Pero a mí tienes que ganarme, y si peleas cada día contra todo aquello que nos aleja, créeme, acabarás teniéndome para siempre. Me mereces, soy consciente de ello y sé que poco a poco me estás ganando. Sigue andando, algún día nos encontraremos en un cruce de caminos.
Atentamente: La felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario